Los dueños de autos deben prestar atención a las fugas de líquidos en sus vehículos, ya que pueden estar indicando un problema potencial.
Es crucial poder identificar los distintos tipos de fluidos que pueden filtrarse del automóvil. Si tienes dudas, aquí te ofrecemos una guía rápida para entender qué líquidos son peligrosos y cuáles no:
Tipos de líquidos y su significado
- Aceite de motor: Si notas un charco negro o marrón oscuro debajo de tu auto, podría tratarse de una fuga de aceite de motor. Este tipo de fuga suele oler a goma quemada.
- Líquido de frenos: Deja un rastro de color amarillo o marrón cuando está sucio o viejo.
- Líquido refrigerante: Puede ser rosado, naranja o verde. Es un líquido pegajoso y con un olor dulzón.
- Gasolina: Si el charco tiene un fuerte olor a gasolina y se encuentra en la parte delantera del motor, podría indicar un problema en la bomba de combustible.
- Líquido de transmisión: Generalmente es de color rojo.
- Agua: A veces se observan goteos debajo del auto que solo corresponden al agua proveniente del sistema de climatización.
¿Cuándo preocuparse?
Si descubres que la fuga es de líquido de frenos, refrigerante, gasolina, aceite de motor o líquido de transmisión, es momento de acudir al mecánico.
Las fugas de aceite pueden parecer inofensivas, pero si el aceite cae sobre una superficie caliente, puede provocar un incendio debido a su inflamabilidad.
La fuga de gasolina es extremadamente peligrosa y representa un grave riesgo para la seguridad. Si notas una filtración de gasolina, no enciendas el vehículo. En su lugar, llama a una grúa y llévalo al taller para que un mecánico lo revise. Arrancar un auto con fugas de gasolina es un acto temerario que puede tener consecuencias graves.
Para evitar problemas por fugas, es fundamental seguir el programa de mantenimiento del vehículo y acudir al mecánico en cuanto se detecte una anomalía.
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