¡Felicidades! Se acaba de comprar una linda casa en el Estado del Sol. Tal vez cerca de la playa, con una magnífica piscina o un patio lleno de árboles frutales. La luz entra por los ventanales dándole a tu nuevo hogar una sensación de amplitud y confort. Sin embargo, hay algo que quizá no sabías: además de ser el Estado del Sol, Florida también es conocida como la Capital del Rayo.
Florida es el estado del país donde más rayos caen al año. De hecho, el número de víctimas por rayos en Florida triplica al del siguiente estado en la lista, Texas. Según el Insurance Information Institute (III), en Florida se registran más de 5,300 reclamaciones anuales al seguro de propietario por daños causados por rayos, con un costo promedio de $16,500 dólares por reclamo.
Un rayo puede incendiar una casa, dañar electrodomésticos, hacer estallar paredes de hormigón y ladrillo, romper el techo, las tuberías o el sistema de aire acondicionado. Esta descarga eléctrica puede ingresar a tu vivienda a través del cableado eléctrico, la línea telefónica o incluso una antena de televisión.
¿Cómo proteger tu casa contra los rayos?
Si quieres proteger tu hogar más allá del seguro de propietario, te recomendamos tomar algunas medidas preventivas:
- Instala un protector contra sobretensiones: Un electricista licenciado puede colocar este dispositivo para evitar que una descarga eléctrica convierta en chatarra su televisor, estufa eléctrica o computadora. En el mejor de los casos, puede evitar que su casa se incendie.
- Considera instalar un pararrayos: Este sistema canaliza de forma segura la energía del rayo hacia la tierra, reduciendo significativamente el riesgo de daños estructurales o incendios.
¿Tu aseguranza cubre daños por rayos?
Sí, tu seguro de casa o aseguranza de propietario normalmente cubre este tipo de eventos. Si sufres daños a causa de un rayo, comunícate con tu compañía aseguradora dentro de los 60 días posteriores al incidente y presenta la reclamación.
Contar con una buena póliza de seguro de propietario en Florida no solo te da tranquilidad frente a lo inesperado, también te permite proteger tu inversión más importante: tu hogar.