Seguro de vida: ¿Cómo preparar la partida sin dejar de vivir a tope?

Seguro de vida: ¿Cómo preparar la partida sin dejar de vivir a tope? Los latinos somos increíblemente vitales. Nos encanta la música, la fiesta, el baile, y disfrutar de las reuniones con amigos y familia. Un sello distintivo de nuestra cultura es vivir intensamente, «como si no hubiera un mañana». Nos sentimos cómodos en el presente, disfrutando del aquí y ahora.
Para muchos de nosotros, la muerte sigue siendo un tema tabú, algo que evitamos discutir aunque todos sepamos que es inevitable. El problema de no hablar de muerte es que, si no lo hacemos, no nos preparamos para enfrentarla.
Cuando tratamos el tema, suele ser de manera indirecta, como si fuera algo que solo le sucede a otros. “¿Sabes quién murió? Fulano de Tal. “Y no era tan mayor”… “Por eso hay que disfrutar la vida, nunca sabes cuándo se acaba”. Este es un ejemplo típico del acercamiento que tienen muchos con un tema tan importante.
La realidad es que, en Estados Unidos, mueren alrededor de tres millones de personas al año. ¿Piensas que solo son ancianos? Pues no, unas 200.000 personas fallecen accidentalmente: trabajando, conduciendo, electrocutadas, por caídas, ahogadas en el mar o incluso por atragantamiento.
Entonces, ¿qué significa estar preparado para la muerte? ¿Es un mal augurio?
Todo lo contrario. Prepararse para la muerte significa, en parte, dejar las cosas claras con tu familia, ya sea mediante un testamento o con algo más práctico: adquirir un seguro de vida que brinde una garantía financiera a tus seres queridos tras tu partida.
El beneficio por fallecimiento de un seguro de vida puede ser, por ejemplo, de 300.000 dólares. Pero también existen seguros de vida con beneficios en vida, lo que significa que no es necesario fallecer para acceder a parte del beneficio. Si el asegurado contrajera una enfermedad terminal, crónica o crítica, podría utilizar parte de los fondos de su póliza para cubrir tratamientos y cuidados médicos.
Además, algunos seguros de vida permiten al asegurado usar parte del beneficio como si fuera una cuenta de ahorro. Utilizar el dinero cuando sea necesario.
En resumen, abordar un tema tan delicado como la muerte puede resultar beneficioso. Nos permite tomar medidas para vivir al máximo, con la tranquilidad de saber que, en el peor de los casos, nuestros seres queridos estarán protegidos. Seguro de vida: ¿Cómo preparar la partida sin dejar de vivir a tope?

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